Sinopsis: Alfonso, hombre maduro que lucha por vivir éticamente desde su huerto
ecológico, choca con su adinerada familia y en especial con su hermano,
ex progre reconvertido en capitalista del ladrillo. Cuando su nieto
nace, la misión de su vida se convierte (hasta la obsesión) en criarle
lejos de la vacuidad burguesa de su materialista familia. (Filmaffinity)
http://www.filmaffinity.com/es/film300236.html
Un ramo de cactus nos presenta a Alfonso, un hombre maduro y
contradictorio, de familia acomodada que, acorde con sus ideas
políticas, se desvincula de sus allegados y se instala en el campo, en
plan antisistema, viviendo de sus cosechas ecológicas. El nacimiento de
su nieto despertará el deseo de educarle bajo su ala, con sus mismos
principios y lejos del materialismo imperante. Pero una cosa es lo que
dice la teoría y otra muy diferente, la realidad de la vida, que es
imposible acotar.
Pablo Llorca radiografía así a una clase social que conoce bien y
desmenuza la crisis de éticas e ideologías en la que malvivimos. Los
ideales apenas pueden aguantar el envite de un mercado abusivo que, como
un sutnami, se lleva por delante aquellos sueños de justicia, pureza y
libertad que alimentaron las ilusiones de varias generaciones. Si
Alfonso representa al resistente, el personaje de su hermano,
capitalista enriquecido a base de ladrillos, es ese antagonista que
cuenta con el apoyo de una sociedad que ha sucumbido a sus anhelos de
riqueza. Con su estilo narrativo habitual, naturalista y desprovisto de
florituras o alardes estilísticos, Llorca aborda también en Un ramo de cactus
la transmisión de valores de padres a hijos y retrata a personajes tan
reales como ésos que podemos encontrar, despotricando contra todo, en el
bar de la esquina.
Como afirmó el director en su encuentro con el público del festival
de Sevilla: "La vida fluye, el dogma se mantiene estático". También el
cine sigue moviéndose, sacudido por los acontecimientos, pero este
cineasta continúa aferrado a su manera libérrima de rodar. Un camino que
eligió hace más de veinte años sin pensarlo demasiado, simplemente
porque no quería depender de servidumbres. Pablo Llorca es, pues, el
primero de los resistentes.
http://cineuropa.org/nw.aspx?t=newsdetail&l=es&did=247812
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