Más que un río, el Guadalquivir es el cauce que une tres de los espacios naturales más importantes de España: Cazorla, Sierra Morena y Doñana.
Esta película nos muestra la vida al paso de la corriente, los paisajes de estos tres grandes espacios en las diferentes épocas del año. Comienza en otoño en las sierras de Cazorla y Segura, donde nace el gran río y el agua, más que fluir, se despeña por los riscos y cortados de piedra; son las tierras del águila real, el ciervo y la cabra montés.
Siguen las laderas suaves y ásperas de Sierra Morena en invierno, los paisajes de las grullas, el buitre negro y el lince ibérico. El viaje aguas abajo concluye en Doñana, en primavera y verano, allí donde una barrera de dunas detiene al río antes de disolverse en el mar, las aguas se desbordan en las marismas y la biodiversidad alcanza los máximos niveles de toda Europa.
En esta película aguas abajo las imágenes y los sonidos de la naturaleza se combinan para ofrecer una experiencia sensorial, una inmersión en el medio natural a través de los sentidos.
Dos grandes espacios naturales unidos por un río, un carnívoro como protagonista y una emotiva historia, configuran los ingredientes del largometraje documental Guadalquivir. Produce José María Morales para Wanda Vision en coproducción con Bitis y dirige Joaquín Gutiérrez Acha.
Nuestras cámaras entrarán en los bosques dominados por las nieblas de una de las masas forestales más importantes de Europa: las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Aquí nace el Guadalquivir, comienza nuestra historia y veremos por primera vez la mirada del que va a ser nuestro protagonista, el zorro, un carnívoro que ha poblado el mundo gracias a su adaptabilidad y oportunismo. Vive en solitario o con otros. Es carnívoro, vegetariano, o carroñero. Tiene el sigilo de un gato, la astucia del lobo y es absolutamente irrespetuoso con las reglas del campo. Es el auténtico superviviente, el triunfo de la economía natural y el que va a ser el hilo conductor de nuestro viaje por el gran río.
Tras ver morir a sus compañeros envenenados, su instinto le dicta que debe marcharse de ahí, que su territorio no es seguro y que debe caminar cuanto más lejos mejor. Para ello, emprenderá un largo viaje hacia el sur siguiendo el curso del Río Grande.
En su periplo cruzará las tierras de Sierra Morena donde sentirá más cerca que nunca la amenaza del hombre, conocerá a su peor enemigo, el lince ibérico, compartirá la misma tierra que las manadas de lobos y mantendrá un encuentro fugaz con un macho de su misma especie.
En su camino, volverá a encontrarse con su río y con los riachuelos, pozas y arroyos que van sumando sus aguas a las del Guadalquivir y donde evolucionan otros viajeros como la cigüeña negra, el águila calzada, las ginetas o los abejarucos.
Finalmente nuestro protagonista llegará al final de su viaje, a un lugar donde en la época de los romanos existía el llamado Lago Ligustinus, en realidad una gran bahía marina entonces, y hoy dos mil kilómetros cuadrados de paisaje único en Europa, el Espacio Natural Doñana.
Flamencos, fumareles, moritos, espátulas, etc. llenarán la pantalla en un paisaje diferente lleno de vida.
El Río Grande y el zorro han recorrido un largo camino juntos. En su desembocadura, donde naufragaron cientos de galeones en sus viajes hacia América, nuestro zorro conseguirá traer al mundo a sus hijos, son el legado de una estirpe de supervivientes, y los nuevos moradores de un paraje único en el mundo bañado por el Río Grande de los árabes , WADI AL KABIR.
Desde la nieve de las altas montañas de Cazorla hasta las arenas de Doñana han tenido lugar grandes historias, esta es sólo una más de ellas.
Guadalquivir ha sido rodada durante 16 meses en Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, Sierra Morena, Espacio Natural Doñana y entornos del río Guadalquivir.
http://www.cinedor.es/estrenos/guadalquivir
"Quizá el hecho de que se trate de fauna ibérica sea uno de los aspectos más novedosos para un público nacional más acostumbrado a ver en la pantalla a los leones y antílopes de la sabana o a los tigres de Sumatra, que al lince o al águila imperial. Pero dentro de la oferta de escenas de naturaleza Guadalquivir no se queda en el tópico. La escena, casi cómica, de una araña tampón atrapando a todo insecto que pasa cerca de su escondite sorprende por su veracidad y por lo inédito de las imágenes."
http://www.elmundo.es/ciencia/2013/11/10/527d3cdc68434181798b457a.html
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