'Territorio Archivo' descubre la memoria de una comarca, Por CAMINO SAYAGO
La Fundación Cerezales Antonio y Cinia acoge hasta el 17 de febrero ‘Territorio Archivo’, una muestra del material fotográfico reunido desde finales del verano de 2011 por el creador audiovisual leonés Chus Domínguez en la comarca leonesa de El Condado-Curueño. Casi dos años de investigación han permitido recuperar documentos fotográficos y fílmicos de los habitantes de la zona, 3.000 en total. Pero ‘Territorio Archivo’ es más que una exposición de fotografías domésticas. Se trata de un gran proyecto, abierto y en expansión, que se articula desde diferentes acciones con un único objetivo: crear un archivo sobre las relaciones de seis pequeñas localidades de esta comarca. Barrillos de Curueño, Barrio de Nuestra Señora,Ambasaguas de Curueño, Castro del Condado, Devesa de Curueño y Cerezales del Condado.
“Es un proyecto que trata de reflexionar sobre un territorio y utiliza la fotografía para ahondar en la memoria de los habitantes, en la zona y sobre todo en el futuro”. Así resume Chus Domínguez ‘Territorio Archivo’, un complejo trabajo que pone en valor el documento fotográfico por la particular relación que establece con otros documentos y con las personas con las que ha compartido un mismo tiempo y un mismo escenario. Su sensibilidad artística no ha pasado desapercibida entre los vecinos de la zona que le han ayudado a construir la radiografía social de la comarca. También ha implicado a un gran equipo de expertos que se ha encargado de procesar todo el material. Entre este grupo, se encuentran en calidad de asesores Jorge Blasco, director del proyecto ‘Culturas de Archivo’ de la Fundación Tápies, y Mela Dávila, quien fuera responsable del Centro de Documentación del MACBA en Barcelona. Al equipo se han sumado Araceli Corbo, Jefa de la Biblioteca del MUSAC de León, y José Gómez Isla, profesor en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Alfredo Puente asume el comisariado del proyecto, Zaida Llamas la coordinación y Ddocumentación, Alicia Mira el proyecto didáctico y Lucía Alaejos la comunicación.
Proyecto abierto
En la recuperación de la memoria surgen un gran número de voces, un gran número de voluntades que van desvelando la historia del lugar y de sus protagonistas. Lo relatan los documentos rescatados, fotografías de carné, retratos e instantáneas de la vida cotidiana que durante años se han guardado en cientos de álbumes familiares, dispersos por esta comarca leonesa. Todos hablan de ello, de tiempos y espacios pasados, ahora revitalizados gracias a la memoria colectiva. “El proyecto combina interacción con cultura de un territorio para convertirlo en una obra de arte, pero a la vez en un espacio sociológico”, asegura José Gómez Isla. “Chus Domínguez maneja una poética especial. Deja que las cosas respiren y hablen, que sucedan para que así aflore la poética que subyace en todos estos documentos”.
Pero si algo distingue esta propuesta de otras similares es que es muchas cosas a la vez. Tiene un carácter múltiple y está muy bien articulado: se sitúa entre lo social, lo poético, lo político, lo histórico, lo estético. Y además está abierto. Poco a poco crece a medida que entra en contacto con el público, con activaciones visuales, filandones, un catálogo o una web. De modo que a la vez que va creciendo se convierte en algo más, en un nuevo territorio. “Genera una obra que rueda ella sola”, matiza Gómez Isla.
Para Chus Domínguez no podía ser de otra forma, “Es un proyecto abierto porque desde el principio se pensó como una semilla que tiene que ir creciendo. Resta por añadir más documentos, más fotografías, más personas, más localidades, más profesionales”.
Crear territorio
El objetivo está claro: trabajar sobre el territorio y crear territorio. Establecer conexiones entre los habitantes, las comarcas y los pueblos. Y hacerlo es una tarea ardua que ha conllevado un trabajo intenso de investigación y sobre todo de catalogación. Pero ha sido muy positivo, según Chus Domínguez porque ha permitido establecer vínculos entre habitantes y lugares, y las políticas y poéticas que se producen a la hora de habitarlos. “A lo largo de año y medio –comencé en 2011 y finalice el proyecto en 2012– visité a los vecinos de estos seis pueblos, cerca de cincuenta personas. Por lo general la gente respondió bien, me brindaron fotografías y documentos que hablaban de su vida privada. Me llevaron a sus casas y me abrieron las puertas a su intimidad”. Y añade, “hay un compromiso en varios niveles. Por una parte un compromiso a nivel de respeto y de admiración, porque te están cediendo tanto fotografías como intimidad que se va a exponer en un espacio público. Por otra hay un compromiso a nivel de interés en que se reactive el territorio. También hay un compromiso emocional, una relación que se establece a medida que las relaciones se intensifican”.
La gran mayoría de las fotografías recabadas están fechadas entre finales de 1800 –como es el caso de algunos retratos de estudio– y la década de los ochenta del pasado siglo XX. El género del retrato es mayoritario y, tanto individual como colectivo, destaca sobre el resto de imágenes. Y es lógico, porque casi todos los documentos pertenecen a álbumes familiares de la gente. No faltan fotografías de viajes, de bodas, de actividades agrarias, de festividades o de la escuela y la emigración; todas ayudan a conocer mejor sus relaciones y su forma de vida.
El papel de las mujeres ha sido primordial en la recuperación de los documentos porque por lo general son ellas las que conservan la memoria fotográfica de la familia.
Cada archivo visual va acompañado de un archivo sonoro, en el que la voz la pone la propia persona que los ha proporcionado y que se convierte en uno de los muchos conservadores domésticos que han dado forma a este gran fondo documental común. Ellos mismos hablan de las particularidades de cada imagen y añaden sus comentarios. De alguna forma, dice Chus Domínguez, “activan la voz de la zona y aportan un sentido colectivo a vivencias que parecían estar desconectadas”.
“Folksonomías”
El proyecto también aborda las correspondencia que se establecen entre los conceptos de territorio y de archivo. Y lo hace mediante palabras y expresiones que explican y describen la relación de este proyecto con la zona y las personas donde surge.
Así para describir los documentos –las fotografías– se han utilizado palabras clave que surgen del imaginario popular de esta comarca y que las caracterizan. Chus las llama “folksonomías”. Se emplean a menudo en la web y este territorio es el caso de Territorio Archivo donde la gente que participa en el proyecto es la que etiqueta los documentos. Por ejemplo, si se accede a las fotografías en la web a través de estas folksonomías, nos encontramos que entre las más utilizadas se encuentra la palabra “fiesta” que aparece 49 veces, “huerta” 36, “procesión2 26, “Argentina” 17 o “África” 6 veces. También “Tano” que era un fotógrafo de la zona se nombra en 27 ocasiones y la “fiesta del Corpus”, que es la fiesta patronal de Cerezales del Condado, unas 15 veces. Otras palabras menos pronunciadas son “amistad”, “angorina”, “baile vermú”, “señor cura”, “cárcel”, y algunas tan expresivas como “pasar la tarde” o “pasarlo bien”.
Con todas estas etiquetas de las palabras que los conservadores domésticos –los propietarios de estas imágenes– han nombrado se ha hecho una web que funciona como un mapa semántico.
Las fotografías también se pueden buscar por medio de los nombres de los conservadores domésticos, o por fechas y lugares.
Al archivo se puede acceder a través de la página web:
www.fundacioncerezalesantoninoycinia.org/territorioarchivo, que sigue creciendo con más imágenes y vídeos domésticos de otros vecinos y extendiéndose a más pueblos de la zona.
La última fase del proyecto se completa con un recorrido exterior balizado en Cerezales del Condado, que asocia los audios en los que los habitantes describen las imágenes a los lugares que aparecen reflejados en las citadas descripciones. Con este recorrido se pretende recuperar la memoria de uso de lugares comunes en todos los pueblos estudiados a través de las voces de los habitantes.
Y para que no deje de expandirse, la Fundación Cerezales tiene previsto que cada año un artista investigador colabore en el proyecto. En éste 2013 lo hará el leonés Isma Aveleíra que le dará continuidad ampliando el fondo del archivo con la incorporación de otras localidades próximas.
: : Sobre CHUS DOMÍNGUEZ:
Realizador audiovisual (León, 1967), trabaja con elementos provenientes directamente de la realidad para construir a partir de ellos narrativas que se encuentran entre lo documental, lo experimental y lo poético, siempre a la búsqueda de nuevos modos de representación de lo real.
Sus videocreaciones y piezas cinematográficas han sido seleccionadas en festivales internacionalescomo Oberhausen, Vila do Conde, Tampere, IndieLisboa, Cinespaña, Mediawave, Zinebi, Seminci, Huesca, Zemos 98, L’Alternativa, etc., y se han proyectado en foros como CGAI, MUSAC, Reina Sofía, Off Limits, Artium y cadenas como RTVE o Arte.
Colabora habitualmente en la creación audiovisual para creaciones escénicas, con coreógrafas comoElena Córdoba, Mónica Valenciano y Elena Alonso, con la compañía Societat Doctor Alonso, con el músico y performer Nilo Gallego, con el dramaturgo Rodrigo García y La Carnicería Teatro, etc. En febrero de 2013 el espacio sobre cultura y arte contemporáneo ‘Metrópolis’ (La 2 de TVE) le dedicó un monográfico.
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