Young boy. Gondevielle, Charente France, 1951
La cartera y su hija, Luzzara, 1953.
Ranchos de Taos Church. New Mexico, 1916
Tailor´s Apprentice. Luzzara, Italy, 1953
Katie Morag Morrison, South Uist, 1954
Archie McDonald, South Uist, 1954
The White Fence. Port Kent New York, 1915
Toadstool and Grasses, Georgetown, 1928
Iris, 1928
Wild Iris, Maine, 1927-28
"Black mountain", Cerro, New Mexico, 1932
En 1917 Paul Strand (American, 1890–1976) dijo que si uno debía hacer uso de la fotografía honestamente debería tener “un respeto auténtico por lo que se encuentra enfrente”, que querría expresar “a través de un rango casi infinito de tonalidades que están más allá de la habilidad de la mano humana”. La última parte de esta frase tiene que ver con la estética de la fotografía, la primera parte tiene que ver con la moral. “Un auténtico respeto por lo que se encuentra enfrente” significa que el sujeto no es sólo la ocasión sino la razón de la fotografía. Este credo austero (más que posturas técnicas y estéticas) fue quizás la verdadera piedra angular de la idea de la fotografía directa (straight photography). Fue una proposición más o menos aceptada por los fotógrafos más avanzados, especialmente en los Estados Unidos, entre las dos guerras mundiales. Aceptada al menos en teoría. La práctica era otra cosa; los fotógrafos al fin y al cabo han llegado a ser fotógrafos porque disfrutan la misteriosa y a menudo irracional excitación de hacer fotografías.
Texto traducido de la obra de John Szarkowski: Looking at Photographs (MOMA)
Credits: Courtesy Aperture Foundation, Inc., Paul Strand Archive
Más sobre Paul Strand en: http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Strand
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