23 ene 2011

Mercè Ibarz "La terra retirada"




El libro, crónica de un desarraigo y de la transformación de un paisaje, retrata los cambios en la vida rural. Con estilo austero y preciso, impregnado de fuerza lírica, la narradora -una mujer joven que se ve liberada de trabajar en el campo- describe Saudí, un pueblo de la Franja aragonesa. En sus regresos discontinuos pero constantes, reflejo de un apego difícil, cuajado de matices, la protagonista observa los efectos de los cambios en la vida agrícola, las paradojas del mercado, los indicios de una urbanización salvaje.

Mercè Ibarz (Saidí, 1954) es narradora y ensayista. Colaboradora en diferentes diarios y revistas, escribe crónicas urbanas y textos sobre pintura, cine y fotografía. Es autora además de, entre otros libros, La palmera de blat (1995), A la ciutat en obres (2002), Febre de carrer (2005), del estudio Buñuel documental. Tierra sin pan y su tiempo (1999) y de la figura y obra de Mercè Rodoreda Rodoreda: exili i desig (2008).

 


El 1993, amb l’aparició de La terra retirada, Saidí va entrar de ple dret en la literatura contemporània i en l’imaginari dels lectors. En aquest retrat íntim dels orígens i l’esdevenir del món rural contemporani, Mercè Ibarz fa patent la història -viscuda en primera persona i narrada amb exactitud- del seu poble del Baix Cinca, a la Franja d’Aragó. Les transformacions que s’hi van anar produint, fins a un present paradoxal en què la terra llaurada i preparada pot rebre subvencions per restar improductiva, ens són narrades amb una atenció especial a la música de la llengua que s’hi parla i amb una poètica personal del llenguatge. Ara, en aquesta nova edició, La terra retirada s’ha enriquit amb un epíleg i amb fotografies de l’autora.

Mercè Ibarz ha publicat una obra de registres variats, que comprèn narracions situades en el món rural del qual és originària -La terra retirada (1993) i La palmera de blat (1995) -, contes urbans -A la ciutat en obres(2002) i Febre de carrer (2005) -, diverses aproximacions a Mercè Rodoreda -culminades en Rodoreda: exili i desig (2008)- i escrits sobre cine i altres coses que ens alegren la vida, com la pintura. Escriu cròniques urbanes i cròniques d’art a diaris i altres publicacions.
Editado en catalán (Ed. La Butxaca) y castellano (Ed. Minúscula). A continuación extractos del libro:


No tengo ninguna intención de hacer pasar por feliz el Saidí de antes de la fruta.



Saidí estaba entonces vuelto hacia el secano regado por el canal de Aragón y Cataluña…Oía a los hombres hablar con respeto del año 1909, cuando se abrió el canal y los abuelos eran críos…Los pocos árboles que hay en las sierras fueron plantados por ellos, para frenar el cierzo y el vuturno.

Convivir con animales era normal…A veces me pregunto qué efecto ha tenido en las mujeres de más de cuarenta años dejar de criar animales y de transformarlos en comida, la desaparición del corral, de sus rutinas y sus sorpresas. Está muy claro lo que se ha ganado: las casas y las calles del pueblo están limpios de hedores y de paja embarrada. No sé en cambio qué se ha perdido para siempre sin los animales.

…la tierra es madre de todas las hierbas, y de todo lo que se le planta, madrastra.

¿Es necesario decir que la televisión ha uniformado el mundo rural a la manera del mundo urbano, o ya lo sabe todo el mundo?

Pasado y futuro es la dualidad en que ha movido toda la vida un campesino de edad: la tradición del trabajo y el tiempo que hará.

Por los periódicos y por la tele no sabemos gran cosa, excepto cuando los agricultores montan manifestaciones sonadas y las cámaras les hacen algo de caso.

La Europa bancaria, la Comunidad Europea si queréis, contempla las tierras del sur del continente como tierras retiradas de sus funciones agrícolas, destinadas a parques naturales donde los antiguos agricultores serán los conservadores del paisaje, una especia de guardas forestales del secano, del regadío, de las marismas y de cualquier otro terreno. Algunos, muy pocos, tendrán industrias agrícolas muy rebonitas, como criar caracoles o una golden especial contra el cáncer.

Un hilo une el presente con la Revolución francesa, que, en España, con la desamortización deMendizábal, se hizo al revés.

La tierra retirada cobra por estarlo. El Gobierno paga por conseguir que el labrador deje la tierra sin trabajar, y como no puede pagar por las tierras yermas…los políticos se han inventado esta modalidad de la tierra retirada.


Texto del libro traducción de Altea Gómez Marco y Marta Hernández Pibernet para la edición en castellano.

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